ESCULTURAS PERSONALIZADAS: LA PÁTINA EN EL BRONCE

El bronce se consigue a través de la aleación de cobre con estaño en un horno de carbón en proporciones variables en función del resultado deseado. 

La palabra «Pátina» deriva de la palabra latina «Patina«, que puede traducirse como «plato» y se refiere al barniz que revestía los platos antiguos. En el caso del cobre la pátina aparece naturalmente con el paso del tiempo por la corrosión del material formando una película de sales, conocida como pátina.

¿Qué es la pátina?

Las pátinas artificiales se aplican al cobre o al bronce, utilizando soluciones químicas que reaccionan con la superficie para formar una capa delgada de corrosión del color. Esta puede ser transparente u opaca, y a veces, se aplica en cierto número de capas para producir efectos muy variados.

La pátina se ha utilizado como una técnica de decoración sobre metales por las diferentes culturas durante miles de años. Generalmente, las esculturas se patinan en distintos tonos de marrones y verdes como imitación a los colores que forman el bronce y el cobre cuando son expuestos a los diferentes elementos naturales.

¿Cómo se aplica?

La figura se calienta mediante un soplete hasta conseguir una temperatura entre 80º y 95º, por debajo , o por encima de esta temperatura, la solución permanecerá líquida y será expulsada por el metal, dejando el color irregular y difícil de igualar en las siguientes aplicaciones cuando haya diferentes figuras en una misma escultura.

La solución química a base de nitratos, se aplica mediante una brocha o pulverizador hasta conseguir el color deseado. Una vez que la figura vuelve a su temperatura, la pátina (color) se neutraliza y fija con cera para que todas nuestras esculturas mantengan su color como el primer día.